Cómo cuidar a una chinchilla
En este artículo te vamos a explicar cómo cuidar y mantener adecuadamente a una chinchilla en casa. Conoce a este simpático roedor, que ha pasado por varias etapas a lo largo de la historia.
Tiene unas aptitudes muy completas, por lo que se la ha cazado en estado salvaje tanto por su pelaje, que servía de abrigo a las tribus, como por su carne. También ha sido animal de compañía de la realeza. A finales del siglo XVIII, la población estaba considerablemente mermada y comenzaron a proliferar, ya a principios del siglo XIX, todo tipo de granjas.
Principalmente, la cría de la chinchilla en cautividad tuvo una función de conservación de la especie y de comercio como mascotas, aunque también son conocidos hoy en día los ranchos que las reproducen para después elaborar abrigos con su piel. Esta faceta proviene de los indígenas que las utilizaban como ropa en invierno, creyéndose que el primer gabán de lujo fue creado para Isabel la Católica. Así, comenzaría a ser codiciada por la clase alta, costumbre que aún se mantiene en la actualidad, aunque esta industria ha sufrido una desaceleración en la producción debido a que muchos decidieron no vestir pieles de animales, y menos de tan lindos ejemplares como son las chinchillas.
Como cualquier roedor, pasaron de ser considerados una molestia en los hogares, debido a los agujeros donde criaban innumerables miembros y a los destrozos que provocaban en las cosechas, para ser adoptados como mascotas. Tienen fama de desprender un fuerte olor, pero a pesar de que éste pueda ser diferente de los demás animales, las líneas genéticas de las que provienen las chinchillas destinadas a ser animales de compañía no son tan olorosas como las salvajes o las que habitan en gran número en las granjas.
Son animales muy movidos, de hábitos crepusculares y nocturnos y les gusta vivir acompañados por otras chinchillas, ya que destacan por lo sociables y gregarias que son. En su hábitat natural predomina el clima de las altas montañas, por lo que tolerarán mal las elevadas temperaturas del verano de países como el nuestro. El pelaje es muy hermoso, es suave y bello, pero precisa de cuidados como un baño de arena al menos tres veces por semana, que es la manera de bañarlas, nunca utilizando jabón ni productos químicos.
De todas formas, ellas son muy limpias y curiosas con su higiene, así que manteniendo una jaula en buenas condiciones, no causarán ninguna molestia en este sentido. Con un cepillo especial para roedores disfrutarán del peinado y permanecerán quietas mientras se lo practican debido al placer que les provoca.