Tortugas acuáticas: dulces animales marinos
Hay tortugas acuáticas de muchas especies y se pueden hallar viviendo en costas bañadas por el mar o en zonas de aguas dulces como los ríos. Están distribuidas por todo el mundo y su afición por el agua data de la época en que los dinosaurios se hicieron con la tierra y ellas tuvieron que buscar refugio en las corrientes.
Una característica común que tienen las tortugas que viven en aguas dulces y que por lo tanto a veces se las puede ver en tierra, es la membrana interdigital que presentan los dedos de las patas, confiriéndoles una notoria habilidad para nadar. Esta membrana ha evolucionado hasta convertirse en aletas a modo de remos en los ejemplares marinos y totalmente acuáticos que utilizan la cola como timón. Todas ellas necesitan salir a respirar, aunque aguantan mucho tiempo sumergidas, recuerdo de que sus ancestros eran predominantemente terrestres. Los machos han desarrollado unos ganchos en sus patas delanteras para aferrarse a las hembras durante el apareamiento, puesto que ellas no dejan de nadar durante la cópula y se pueden encontrar con varios machos que la quieran cortejar, que le morderán las patas traseras que quedan vulnerables mientras dura el acoplamiento e intentarán impedir que salga a respirar para hacerse con la hembra.
Encontramos diversas especies de tortugas acuáticas, entre ellas la tortuga boba o Caretta caretta que abunda en el Mediterráneo, la tortuga verde, la tortuga laúd, la tortuga olivacea, la tortuga bastarda, la tortuga plana, entre otras, pero ponemos el acento en dos de ellas: la tortuga nariz de cerdo Carettochelys insculpta que habita principalmente en los ríos de Nueva Guinea y algunos del Norte de Australia, y la tortuga de Florida o de orejas rojas Trachemys scripta que se hizo muy popular en todos los hogares sobretodo en la década de los años 80 y cuyo comercio está prohibido en la actualidad.
La primera, Carettochelys insculpta, tiene una prominente parte frontal de la cabeza que recuerda al hocico de un cerdo, de ahí su nombre. Tiene la particularidad que los huevos necesitan agua para eclosionar. Los machos no salen nunca del agua, pero las hembras lo harán únicamente para depositar los huevos en la parte alta de las orillas de los ríos al inicio de la estación lluviosa. Así, se asegura que las crías tengan abundancia de agua y comida cuando nazcan, las cuales sólo lo harán si se inunda el terreno donde están anidados los huevos. Un método adaptativo curioso, pero eficaz, puesto que si se retrasan las lluvias, las tortugas permanecerán dentro de los huevos hasta que caigan precipitaciones.
En general, estos reptiles son hermosos e inofensivos cuando tienen un tamaño pequeño, muy susceptibles de ser elegidos como primera mascota para los niños. Hace unos años, la tortuga de Florida se erigió como la especie de reptil a elegir para convivir en casa y era normal tener uno o varios ejemplares. Con el tiempo, su habilidad para escapar y los múltiples negligentes abandonos en la naturaleza por parte de los propietarios, han causados estragos en las especies autóctonas al ser carnívoras voraces. Las crías puede que sean pequeñas, pero los adultos pueden llegar a medir 25 cm de diámetro, que ya es un tamaño considerable.