Los hurones pasan la mayor parte del día durmiendo, un hurón sano puede dormir un 75% del día y el resto lo pasará jugando y comiendo. Su sueño es profundo y a veces puede costar despertarlo aún cogiéndolos en brazos. Cuando están despiertos son animales muy curiosos y activos.
Les encanta excavar así que debemos tener cuidado si tenemos plantas en el balcón, jardín o el interior ya que no tardaran ni 2 minutos en sacar toda la tierra que puedan del tiesto. Debemos adaptar nuestra casa a “prueba de hurones” evitando recovecos, agujeros, prestando atención a cajoneras, el interior de la lavadora, sofás o sillones plegables etc para no tener un susto si no nos damos cuenta que ahí se han escondido.
Les encanta jugar y pueden mordisquear durante el juego. Si no conocemos al hurón o acabamos de traerlo a nuestro hogar, debemos de ir con cuidado con los mordiscos porque sus mordeduras son largas y dolorosas. La mayoría tienden a morder los pies, los tobillos o los antebrazos jugando y les encanta morder objetos de goma, espuma o telas.
Debemos tener mucho cuidado a la hora de escoger los juguetes que vamos a poner al alcance de nuestro hurón y revisarlos periódicamente para comprobar que no falten trozos o estén rotos y hayan podido ingerir algo. Les gusta destrozar, morder y pueden llegar a tragarse objetos produciendo obstrucciones que requerirán una intervención de urgencias que puede poner en riesgo su vida.
En España es obligatorio la colocación del microchip en estos animales, igual que el perro y el gato para identificarlos debidamente.