Encefalitozoonosis en conejos
El encephalitozoon cuniculi (E. cuniculi) es un hongo parásito intracelular que puede causar en los conejos y en las personas una enfermedad llamada encefalitozoonosis.
La mayoría de conejos, son portadores de este parásito. Adquieren la infección a partir de la madre durante la gestación o de otros conejos a través de gotas de orina antes de llegar a casa. Los animales pueden permanecer sanos y asintomáticos durante años. A menudo una bajada de defensas, ya sea por una enfermedad o por estrés, permite que el parásito se desarrolle, dando lugar a diferentes cuadros clínicos.
Síntomas
Los cuadros clínicos que pueden presentar los conejos con encefalitozoon son muy variados. Mientras que algunos animales no tendrán un “brote” pero sufrirán las consecuencias de las lesiones crónicas que va causando el parásito, otros pueden sufrir brotes neurológicos muy agudos, debido a la replicación repentina de este parásito y la inflamación de los órganos a los que está afectando.
Los principales órganos afectados por este parásito son:
- Riñón: generalmente de forma asintomática. La inflamación que provoca este parásito, provoca lesiones irreversibles en el riñón y altera su funcionalidad. En animales adultos, las lesiones renales son más graves (debido a un proceso de cronicidad), el riñón puede llegar a perder completamente su estructura hasta dejar de parecerse realmente un riñón y ser completamente afuncional.
- Ojo: provoca una lesión denominada uveítis facoclástica que de no tratarse va progresando y puede llegar a producir pérdida de la visión completa del ojo requiriendo cirugía de enucleación (extirpar el globo ocular).
- Sistema nervioso: a este nivel el parásito puede producir diferentes cuadros, desde problemas de equilibrio, ladeo de cabeza, vueltas descontroladas, parálisis completa, etc.
- Otros: Realmente puede afectar a cualquier órgano que esté bien vascularizado, pues el parásito viaja por la sangre y la inflamación que provoca, causa lesiones en el parénquima de cualquier órgano.
La mayoría de pacientes, acuden a la clínica ante un cuadro neurológico de aparición repentina, es un motivo frecuente de visitas de urgencia. Son animales que de un día para otro, amanecen con la cabeza torcida hacia un lado, nistagmo patológico (movimientos involuntarios de los glóbulos oculares), no pueden mantener el equilibrio y se caen de lado, no pueden incorporarse, puede dejar de comer etc.
Es muy importante acudir cuanto antes a la clínica para poder dar un diagnóstico temprano de la enfermedad e iniciar un tratamiento adecuado lo antes posible.
Diagnóstico diferencial
Aunque los síntomas de un brote de E. cuniculi son claros, hay otras enfermedades que pueden presentar los mismos síntomas, así que será el veterinario el que planteará las pruebas necesarias para descartar o confirmar la enfermedad y empezar un tratamiento adecuado.
Además, no es infrecuente que el animal tenga otra patología de base, que ha hecho que bajen sus defensas y secundariamente haya tenido el brote de E. cuniculi, así que tocará investigar si realmente hay algo más o no.
Deberán descartarse enfermedades como:
- Otitis media – interna.
- Meningitis – meningoencefalitis.
- Traumatismos.
- Intoxicaciones.
- Neoplasias.
Pruebas
Dependiendo de la historia clínica y del examen físico del animal, el veterinario planteará diferentes pruebas para conseguir llegar a un diagnóstico.
- Serología de E. cuniculi: mediante una extracción de sangre que se envía a un laboratorio externo, se mira el título de anticuerpos del animal frente esta enfermedad para saber si se trata de un animal con una infección activa, si solamente es portador o si es negativo a la enfermedad.
- Bioquímica sérica: permite detectar otras alteraciones relacionadas o no con la presencia del parásito: estado del hígado, del riñón, etc. Y nos da seguridad a la hora de administrar medicamentos que podrían ser perjudiciales si algún órgano no funciona correctamente.
- Hemograma: análisis de sangre que permite saber cómo están respondiendo las defensas de nuestra mascota y si tiene anemia o no.
- Radiografía / ecografía: permite evaluar el aparato digestivo, urinario, respiratorio, cavidad oral y bullas timpánicas.
Tratamiento
El veterinario puede empezar un tratamiento de soporte general a la espera de los resultados de las pruebas. Dependiendo del estado del animal, a veces es necesario un ingreso hospitalario para estabilizarlo.
El cuadro suele empeorar durante las 24- 48h siguientes de la aparición de los primeros síntomas y posteriormente se estabilizan y empiezan a mejorar si responden al tratamiento.
El diagnóstico de E. cuniculi, tiene un pronóstico reservado hasta que no se observa cómo responde al tratamiento nuestra mascota.
La mayoría de veces los síntomas se controlan y el conejo se recupera si se aplica el tratamiento adecuado.
En algunos casos, los animales pueden quedar con secuelas, como por ejemplo la cabeza torcida, o la pérdida de equilibrio cuando se ponen nerviosos; esto no supone ningún problema en la calidad de vida del animal y aprenden a moverse, comer y beber con absoluta normalidad.
Actualmente no existe tratamiento para eliminar del todo el parásito, el tratamiento que se instaura evita la replicación del hongo y disminuye la inflamación que causa, devolviéndolo a un estado de “hibernación”. Los animales pueden tener recaídas si vuelven a tener una bajada de defensas. Las lesiones que ya han causado en los órganos, son irreversibles.
La infección en las personas
Las personas podemos infectarnos a través del contacto con la orina del animal. En humanos cursa principalmente con afección del sistema nervioso, pero es muy importante recalcar que únicamente afecta a personas inmunocomprometidas, es decir, con enfermedades que causan inmunodeficiencias (p.ej: El SIDA), personas sometidas a trasplantes o en quimioterapia.
Aunque estemos perfectamente sanos, siempre debemos de recordar mantener la higiene básica personal después de cambiar la letrina, limpiar un pipí fuera de lugar o después de manipular a nuestra mascota.
Prevención
Es importante conocer si nuestro animal es positivo a E. cuniculi o no. Es recomendable que se le realice la prueba de serología frente anticuerpos de encefalitozoon a todos los conejos que viven en los hogares como mascotas, o antes de introducir otro individuo para que le haga compañía a nuestra mascota.
Un resultado positivo de la serología NO indica que el animal tiene la enfermedad, demuestra que el conejo ha estado en contacto con este microbio y que ha fabricado anticuerpos contra el parásito.
Saber que el animal da un resultado positivo permitirá actuar a tiempo en caso de que un conejo manifieste algunos de los síntomas citados anteriormente.
Un resultado negativo, descarta que el animal haya tenido contacto con este hongo y no desarrollará la enfermedad a no ser que entre en contacto con un conejo portador.