Cómo alimentar a un conejo en casa
Los conejos pertenecen al grupo llamado fermentadores cecales. Esto quiere decir que, al igual que los caballos, tienen un ciego muy desarrollado, que funciona como una cuba de fermentación: contiene una serie de bacterias que aprovechan la fibra de la dieta para generar productos beneficiosos (ácidos grasos, vitaminas, aminoácidos) que el animal aprovecha. Además de ésta, hay otras poblaciones de bacterias que ayudan a digerir el resto de nutrientes de la dieta dentro del tracto intestinal. La resistencia a enfermedades como las diarreas o la estasis gástrica (parada del tránsito) y en general el buen estado de salud de nuestras mascotas se asegura mediante el equilibrio de estas poblaciones. Para conseguir un equilibrio correcto y estable es necesario aportar elevadas cantidades de fibra y restringir el aporte de carbohidratos y grasas.
¿Dónde está la fibra?
Las mayores concentraciones de fibra las presenta el heno. Heno significa hierba seca, por lo que el resto de sus cualidades varían según el tipo de vegetal a partir del cual se produzca. Por ejemplo: la alfalfa tiene un elevado contenido proteico y de calcio, lo que hace que sea un heno especialmente indicado para animales en crecimiento, pero desaconsejable para animales que eliminan exceso de calcio en la orina.
Los vegetales frescos con forma de hoja y tallo (apio, escarola, hojas de zanahoria, romero, tomillo, perejil, etc.) contienen una menor concentración de fibra por contener más agua, pero son una buena opción en las situaciones que requieren aporte de fibra y de líquidos, por ejemplo en casos de urolitiasis (piedras en la vejiga) o de estasis gástrica.
Entonces, ¿qué le doy a mi conejo?
Los conejos deben ingerir grandes cantidades de heno, vegetales frescos según los toleren (cuanto más heno coman, mejor los tolerarán), raciones controladas de pienso o mezcla de semillas y premios únicamente cuando lo merezcan.
Una buena manera de calcular la ración de pienso o mezcla de semillas es observar qué hace el animal: si escoge las semillas que más le gustan y se deja las que no, entonces la ración es demasiado grande y se debe reducir.
¿Y si no quiere comer heno?
- Ofrece cantidades grandes, al menos la mitad del tamaño del animal.
- Dispón el heno en diferentes sitios: en el suelo, en un cacharro, en una red a un lado de la jaula… siempre en el sitio preferido para tumbarse.
- Pon heno sobre la bandeja donde orina el animal, les gusta comerlo y defecar a la vez.
- No cambies el heno a diario, a no ser que esté echado a perder, o se acostumbrará a seleccionar las partes menos fibrosas.
- En vez de poner el pienso en un comedero, espárcelo entre el heno, para que se entretenga buscando.
- Haz ensaladas mezclando trozos de zanahoria y otras verduras entre el heno.
- Cuece un poco de heno al vapor para aumentar su sabor y olor. Sólo hay que hervir agua y disponer el heno dentro de una red por encima hasta que se humedezca,