Quemaduras de buche en aves
Os queremos mostrar un problema bastante común en psitácidos alimentados con papilla. Los loros papilleros (criados a mano), son fantásticos animales de compañía y si los alimentamos a mano desde pequeños, son increíbles mascotas, cariñosas y muy adaptadas a contacto con los humanos.
Cuando se adquieren de muy pequeños, debemos alimentarlos con papillas de cría a mano. Hay varias casas comerciales que tienen este tipo de alimentos, nosotros recomendamos la papilla de las marcas Harrison, Zupreem o Kaytee.
Muchos aficionados y criadores saben lo importante que es alimentar correctamente a las aves cuando están en época de crecimiento; los pollos necesitan comer con cierta frecuencia: cada 2-3 horas recién nacidos, 3-4 veces al día cuando tienen un mes, luego 3 veces al día y los vamos destetando sin prisas administrando papillas 2 veces al día hasta que la rehúsan o hasta que ya comen un volumen suficiente de pienso.
Es muy común, cuando preparamos la papilla para el loro, carolina, agapornis o periquito, calentarla en el microondas. Esta costumbre a veces hace pasar una mala jugada a nuestras mascotas. Los alimentos calentados en el microondas, suelen calentarse de forma desigual, es decir, hay zonas de la papilla que están muy calientes y otras más frías. Se debe mezclar correctamente la papilla para evitar que la papilla muy cliente entre en contacto con la capa mucosa del buche. Si esto sucede, se puede quemar esta capa y se forma una lesión que acabará por perforar el buche y fistulizar éste con la piel. La manera de evitar estas quemaduras es utilizar agua cliente del grifo para preparar la papilla, o calentar previamente el microondas el mismo tiempo que luego lo utilizaremos para calentar la papilla o el agua para la preparación de la papilla. Otra opción es primero calentar el agua en el horno microondas o en los fogones/vitrocerámica, luego añadir la papilla y mezclar concienzudamente.
Cuando se detecta en un ave criado a mano alimento (papilla generalmente) en la zona del cuello, se debe sospechar de la presencia de una fístula de buche. En este casos se debe acudir rápidamente al veterinario, ya que la solución de este problema requiere cirugía reparadora. Se recorta todo el tejido dañado, se separa el buche de la piel y se sutura, se comprueba que no haya fugas de contenido del buche hacia el tejido subcutáneo, y cosemos a continuación la piel.
Actuar a tiempo y evitar que la papilla esté demasiado caliente suele ser la clave para resolver y evitar problemas.
¡Esperamos que esta información os sea útil!