Caso clínico de cobayas con ectoparásitos
Beanie, Pepi y Millie vinieron a vernos porque tenían picores muy intensos, a sus propietarios les preocupaba que no parasen de rascarse y lo inquietas que se mostraban.
Durante la exploración general, detectamos la presencia de parásitos externos, que al microscopio confirmamos que se trataban de piojos y ácaros. Tras hacer una revisión general de todos y descartar otras patologías, de las que Pepi no se libró porque tenía también moquitos… desparasitamos en consulta y dimos las pautas en casa para evitar reinfecciones.
Es importante cuando hay parásitos externos, limpiar bien todos los objetos porosos (madera, piedras…), cambiar el lecho y lavar la 60ºC las mantas/alfombras que puedan haber estado en contacto para evitar reinfestaciones. Como las 3 tenían los mismos parásitos, no ha sido necesario aislarlas entre ellas y podrán estar juntas durante el tratamiento.
Hemos empezado la pauta de desparasitación y estaremos viéndonos durante unos días, hasta que no haya parásitos. En este caso, se les ha pautado una revisión cada 15 días para controlar la evolución de la parasitosis y la efectividad del tratamiento, al mismo tiempo que si es necesario, se administran las dosis de antiparasitario.
Los parásitos externos son muy comunes en animales jóvenes, por eso es importante que, aunque no nos percatemos de ellos, nos aseguremos que nuestro animal no tiene huéspedes lo antes posible después de que empiece a formar parte de la familia.
¡Esperamos la pronta recuperación de estos 3 bichines!