Por qué esterilizar a tu conejo o cobaya
La pregunta que se hacen muchos propietarios sobre su conejo o cobaya es: ¿Debería castrar a mi mascota? En la mayoría de los casos, la respuesta sería casi con toda seguridad un “SI”. La esterilización o castración aumenta la esperanza de vida de estas mascotas y hace que la convivencia con ellas sea mucho más sencilla y agradable. La castración quirúrgica está recomendada tanto en hembras como en machos para la resolución de problemas patológicos y comportamentales, y se debe llevar a cabo siempre y cuando hayan alcanzado la madurez sexual.
Problemas de comportamiento
Los conejos y cobayas son animales muy sociables, pero también son capaces de expresar comportamientos agresivos por motivos jerárquicos y territoriales. Los problemas de marcaje con orina suelen presentarse a la llegada de la pubertad. Los conejos suelen marcar sus lugares más frecuentados o incluso pueden llegar a orinar directamente sobre los pies de su propietario. Esta conducta es andrógeno-dependiente y se da en ambos sexos, aunque suele ser más frecuente en los machos. Arañar el suelo con las patas anteriores, gruñidos, posicionamiento de las orejas hacia atrás o incluso mordiscos, suelen ser muestras de agresividad en diversos grados.
Patologías o alteraciones reproductivas en los machos
- Orquitis y epididimitis: ambas son patologías causadas por una infección bacteriana debida a traumatismos, laceraciones, mordiscos , torsion testicular o neoplasias testiculares. el tratamiento consiste en la castración quirurgica junto con tratamiento antibiótico.
- Criptorquidia /monorquidia: se dice que un animal es monorquido o criptorquido uno o los dos testículos no han descendido. suele ser debido a una malformación congenita. estos testiculos se suelen situar o en abdómen o en el canal inguinal. el diagnostico suele realizarse por palpación y ecografía y el tratamiento siempre es quirúrgico.
- Neoplasias testiculares: los tumores testiculares más frecuentes son los seminomas, tumores de células intersticiales, sertolinomas y teratomas. La cirugía es el unico tratamiento curativo
Patologías o alteraciones reproductivas en las hembras
- Adenocarcinomas uterinos:
Son la neoplasia reproductiva más frecuente junto con los aneurismas venosos. Se presenta con independencia de si las hembras son o no reproductoras, y normalmente lo encontramos en conejas de más de 4 años de edad. Son neoplasias crecimiento lento, que pueden pasar desapercibidas durante la exploración general cuando son de pequeño tamaño, y que generalmente metastatizan, en primer lugar extendiéndose por las paredes del útero para posteriormente alcanzar órganos de la cavidad abdominal. También pueden metastatizar a pulmón e incluso cerebro.
Los signos clínicos por los que se presentará el animal a consulta serán comúnmente descargas sanguinolentas por vagina y hematúria. Los dueños en la mayoría de las ocasiones comentarán que han visto sangre en la orina, sin diferenciar de dónde procede la hemorragia.
Durante la exploración del animal en consulta se podrán palpar los adenocarcinomas uterinos en la parte caudal del abdomen.
En la clínica, antes de someter a un animal con sospecha de adenocarcinoma uterino a cirugía, sería recomendable realizar radiografías de tórax para descartar metástasis, y ecografías para delimitar la neoplasia dentro de la cavidad abdominal. Una analítica tam- bién es de gran utilidad o, como mínimo, una determinación del hematocrito del animal, pues las pérdidas de sangre en estadios avanzados suelen ser severas.
El tratamiento de elección para los adenocarcinomas uterino es la ovariohisterectomía de los animales afectados, pero la verdadera clave para evitar esta patología reside en la prevención, mediante la castración rutinaria de toda hembra que no vaya a destinarse a la reproducción.
La cirugía es curativa para todo animal que no tenga metástasis. Tras la ovariohisterectomía se deberá dar al animal tratamiento de soporte, junto con una adecuada antibioterapia, y controlando periódicamente el hematocrito en animales con anemias severas.
Es recomendable revisar y examinar a los animales sometidos a cirugía cada 2-3 meses, durante un periodo de 1-2 años tras la ovariohisterectomía para descartar posibles metástasis.
- Aneurismas venosos del endometrio uterino:
Los aneurismas venosos son muy frecuentes en conejas enteras. Se suele dar en animales más jóvenes que en el caso de los adenocarcinomas, y se pueden observar en animales con tan solo 1 año de edad. Se desconoce si la etiología es congénita, se produce por traumas o bien por aumentos de la presión intraluminal.
Se producen dilataciones en las venas del endometrio uterino que causan un sangrado intermitente por vagina. Al igual que con los adenocarcinomas, los dueños de los animales afectados se referirán al problema como que el animal “tiene la regla”.
En este caso las hemorragias pueden ser muy profusas y graves, y se debe tener mucho cuidado al realizar la exploración rutinaria en un animal con sospecha de patología repro- ductiva, pues podemos causar una hemorragia difícil de detener y que puede poner en peligro la vida del animal. Una presión excesiva sobre los cuernos uterinos puede tener un desenlace fatal. A la palpación, los aneurismas venosos se perciben como un engrosamiento generalizado del útero, que se nota aumentado de tamaño y ligeramente aumentado de consistencia.
Si anestesiamos a las conejas con aneurismas endometriales uterinos observaremos que en cuanto el tono muscular de la vagina disminuya sangrarán abundantemente. Esto no es sinónimo de haber provocado una hemorragia, si no que sencillamente toda la sangre acumulada en el útero y la vagina desciende por gravedad.
Todo animal con sospecha de aneurismas es un animal que hay que tratar como una urgencia, recomendando a los dueños la cirugía con la mayor brevedad posible. Tras estabilizar al animal hay que proceder a realizar una ovariohisterectomía. El pronóstico dependerá la anemia y del estado del animal cuando nos llegue a consulta.A veces es necesario realizar una transfusión sanguínea antes de la cirugía.
- Piometras:
No son demasiado frecuentes.
Las piometras se caracterizan por descarga vaginal seropurulenta (al igual que en la clínica de pequeños, también hay casos en que no existe descarga vaginal), letargia, dilatación abdominal, anorexia, y en los casos en los que se detecta tarde, las septicemias son frecuentes.
El diagnóstico se basa en la anamnesis (hembras que hayan parido recientemente, que hayan tenido reabsorción fetal o muerte de alguno de los fetos, si bien también pueden darse piometras en hembras que no hayan parido nunca), radiografía y ecografía. Una analítica general nos permitirá evaluar el pronóstico del animal, ya que en estos casos puede desarollarse fallo renal.
Se ha de tener especial cuidado al realizar la palpación del abdomen durante la exploración del animal para no producir una rotura de la pared uterina si ésta se encuentra demasiado distendida. el tratamiento consiste en antibioterapia agresiva, una adecuada fluidoterapia y la realización de una ovariohisterectomía.
- Pseudogestación:
La pseudogestación se puede presentar tanto en hembras que convivan juntas como en hembras que se alojen en solitario La ovulación puede ser inducida mecánicamente por estimulación de la vagina, bien por el mero hecho de ser montada por otra hembra, o incluso por la sola presencia de un macho entero en las proximidades del alojamiento de la hembra.
suele durar entre 15-18 días, en los que la hembra no está receptiva a ningún macho. Al final de este periodo la hembra suele desarrollar la conducta de construir el nido, cambiar cosas de sitio, arrancándose pelo de la papada, la zona dorsal, en especial desde las vértebras lumbares , y en todo el vientre. Puede haber secreción en las mamas.
La ovariohisterectomía es el tratamiento de elección.
- Hidrómetra:
Es una patología muy poco frecuente en canejas. Se caracteriza por el acúmulo de líquido acuoso en el interior del útero, produciendo un ensanchamiento.
Técnicas diagnósticas como la radiología y la ecografía vuelven a ser los métodos de elección.
Técnica quirúrgica efectiva
Las técnicas quirúrgicas actuales hacen de la esterilización un procedimiento cada vez menos invasivo. Durante la intervención el animal permanece en todo momento monitorizado y bajo supervisión de sus constantes vitales. En el caso de las hembras se extirpan los ovarios y la matriz, mientras que en los machos se extirpan los testículos, es decir, lo que comúnmente denominamos castración.
Normalmente las primeras horas postquirúrgicas son las más complicadas puesto que tendremos que estar pendientes de que el animal coma y defeque correctamente, que no se toque los puntos y que actúe con normalidad. Las primeras 24 horas post cirugía normalmente notaremos al animal un poco distinto, un poco más apático, pero es normal. Si pasadas 12/24 horas vemos que el animal no vuelve a su actitud normal, habrá que revisarlo para confirmar que todo vaya bien.
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